En 1956 el joven Pedro Lara compró una pequeña fonda con 12 mesas chicas, convirtiéndola en un recinto tradicional que lleva el nombre de La Fonda del Recuerdo.

 

Lugar donde se mezcla gente local y turistas de todo el país y el mundo, La Fonda del Recuerdo ha pasado años redescubriendo los gustos por la comida tradicional mexicana.

 

Sus platillos conjugan el sazón costero de Veracruz con las recetas tradicionales, logrando un menu con una amplia variedad de exquisitos platillos y bebidas como son los toritos, el chilpachole, los moles, y mucho más.

 

Hoy, esta tradición sigue trascendiendo, gracias al chef Leobardo Lara, hijo de Pedro Lara su fundador, que ha logrado plasmar su propia personalidad y sabor en este magnífico recinto.